Según una encuesta de IPSOS realizada para OurCo, el 74% de los empleados afirma haber estado ausente psicológicamente del trabajo. El absentismo moral significa estar físicamente presente pero tener la mente en otra parte. Está causado por un entorno de trabajo tóxico basado en una cultura exacerbada de presentismo y en la falta de apoyo de los directivos. Los directivos deben tomar medidas para invertir esta tendencia. He aquí tres maneras de desarrollar un entorno de trabajo positivo, propicio para que los equipos vuelvan a comprometerse.
Dar sentido contribuye a crear un entorno de trabajo positivo
Aunque la búsqueda de sentido no es nueva, se ha convertido en un elemento central de las nuevas expectativas de los empleados respecto a su entorno de trabajo. Según un estudio de Deloitte, el 63% de los empleados cree que su jefe tiene un papel que desempeñar a la hora de dar sentido a sus tareas.
La noción de sentido se define a través de la percepción de la propia actividad y de la relación con ella. Dado que la percepción es siempre subjetiva y la cuestión del sentido eminentemente personal, no existe una fórmula mágica. No obstante, existen prácticas que ayudan a dar sentido al trabajo de forma holística.
Vincular la contribución del empleado al éxito de la organización
Para crear un entorno de trabajo positivo, explicar a sus empleados cómo contribuye su trabajo a alcanzar los objetivos de la empresa les ayuda a encontrar sentido a lo que hacen. Los empleados visualizan el impacto de su trabajo y relacionan de forma natural su contribución con el éxito de la organización.
Planifique un momento de debate con su empleado para ayudarle a poner en perspectiva su papel en la empresa: ¿cómo contribuye su trabajo a alcanzar los objetivos de la organización? ¿Cuáles son los efectos positivos? Dependiendo del tipo de trabajo, también puede destacar los resultados cuantitativos, que a menudo tienen un impacto psicológico significativo.
Cultivar la dinámica de grupo
La dinámica de grupo postula que el comportamiento de un individuo siempre está determinado por los elementos que componen su entorno psicológico y social. En el trabajo, los empleados se plantean preguntas fundamentales, y a menudo inconscientes, que afectan al funcionamiento del equipo: «¿Tengo realmente un lugar en el grupo y qué lugar me dan los demás? ¿Tengo competencias específicas y en qué medida las perciben los miembros del equipo? Cultivar la colaboración entre los empleados fomenta el apoyo mutuo y crea un sentimiento de comunidad que ayuda a superar estos temores. De este modo, los empleados sienten que tienen un lugar en el equipo y esto da sentido a su trabajo.
Para desarrollar esta dinámica, favorezca una comunicación abierta y transparente para evitar las palabras tóxicas no dichas. También puedes unir a tus equipos en torno a la introducción de nuevos procesos para estrechar lazos y favorecer los intercambios.
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Desarrollar una cultura de feedback para crear un entorno de trabajo positivo
En teoría, una cultura de feedback se refiere a un entorno en el que los empleados reciben, solicitan y utilizan el feedback de forma continua con el fin de mejorar su entorno de trabajo. Sin embargo, según un estudio de Officevibe de 2022, solo el 58 % de los directivos cree que hace un uso suficiente del feedback.
Tomar el pulso a sus equipos con regularidad sigue siendo la mejor forma que tienen los directivos de calibrar la carga real de trabajo, los problemas de relación o la insatisfacción general. El feedback es, por tanto, una herramienta esencial para la comunicación dentro de un grupo.
El feedback facilita las relaciones entre directivos y fideliza a sus equipos
El feedback es una mina de información sobre el bienestar de sus equipos. Bien utilizado, demuestra que le interesa lo que piensan sus empleados y mejora la relación directiva. Para que el feedback sea eficaz, recomendamos la escucha activa y la transparencia. Se fomentan los intercambios y la información circula más libremente, lo que permite a los directivos conocer mejor a sus empleados y sus capacidades. A continuación, pueden utilizar las palancas de motivación adecuadas para animarles a progresar.
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El feedback puede darse ya en la fase de incorporación. Por ejemplo, dé a los recién contratados su opinión sobre sus primeras tareas. Si se muestra abierto al diálogo desde el principio, transmitirá el mensaje de un directivo atento a las necesidades de sus equipos. Una vez que se haya tenido en cuenta el feedback, implique a sus empleados en la puesta en marcha de acciones concretas. Implicar a sus empleados en el proceso de toma de decisiones fomenta la lealtad.
Los comentarios ayudan a mejorar la calidad del trabajo
Según el mismo estudio de Officevibe, el 69% de los empleados están dispuestos a hacer mejor su trabajo si reciben feedback regularmente. Destilar opiniones constructivas orienta a los empleados sobre el progreso de sus tareas y les permite mejorar su trabajo.
Al dar feedback, es aconsejable centrarse en desarrollar los puntos fuertes del empleado en lugar de corregir sus puntos débiles. Un artículo académico en Harvard Business Review explica por qué: las críticas negativas provocan un efecto de «lucha-huida» en el cerebro, que paraliza el aprendizaje. En cambio, los comentarios positivos estimulan el cerebro activando el sistema nervioso parasimpático. Como resultado, podrá contar con un equipo motivado y comprometido con la realización de sus tareas.
Invertir en formación profesional de calidad repercute positivamente en el clima empresarial
La Organización Mundial de la Salud define la calidad de vida en el trabajo como «un estado de ánimo resultante de una buena armonía entre las expectativas y aptitudes de un empleado y las condiciones en las que se desenvuelve en el lugar de trabajo». La Organización Internacional del Trabajo también ha afirmado que el bienestar es una palabra clave en esta definición.
El bienestar en el lugar de trabajo no debe seguir siendo un concepto abstracto. Se establece a través de un entorno de trabajo agradable, diseñado para fomentar la creatividad, limitar los tiempos de desplazamiento y apoyar las necesidades de los empleados a lo largo de su jornada laboral: concentración, relajación, convivencia, reuniones, etc.
Una acción concreta sobre el entorno laboral puede reducir los riesgos psicosociales. He aquí algunas ideas para ayudar a sus empleados a prosperar en un entorno positivo.
Establecer un clima de confianza en el equipo
La confianza es la piedra angular del buen funcionamiento de un equipo. Combinada con un sentimiento de seguridad, es clave para el desarrollo de sus empleados. Los empleados que se desarrollan en plena confianza están más dispuestos a cooperar, lo que, a largo plazo, también favorece el rendimiento.
Para generar confianza mutua, lo primero que hay que hacer es cuestionarse a uno mismo. ¿Da por sentado que sus empleados son dignos de confianza? No es raro que los directivos duden de las capacidades de sus empleados alegando que «no serán capaces de hacerlo» o «no están preparados». Si éste es su caso, pregúntese si, en el fondo, no es usted quien no cree en ellos o si tiene miedo a delegar. Para ayudarte a tomar distancia de la situación y mejorar tus habilidades de gestión, haz un curso de formación en habilidades interpersonales.
Equilibrar la jornada laboral de los empleados
El 90% de los empleados confía en que su jefe garantice el equilibrio entre el horario laboral y la vida privada (encuesta de OpinionWay para Horoquartz). Los jefes son responsables de la carga de trabajo de su equipo.
Existen varias soluciones para ayudar a los empleados a gestionar eficazmente sus horas de trabajo. Por ejemplo, fomentar la flexibilidad horaria introduciendo horarios de entrada y salida más o menos amplios. Los empleados pueden organizar su horario de trabajo de forma independiente para adaptarlo a sus propias necesidades (guardería, citas médicas, actividades deportivas, etc.).
También debe definir plazos y objetivos con su equipo para evitar los picos de estrés, que a menudo conducen a la realización de horas extraordinarias. De este modo, no perderás los beneficios de «bienestar» que aportan el equilibrio entre la vida laboral y personal y un entorno de trabajo positivo.
La última palabra
Un entorno de trabajo positivo forma parte de un compromiso global para garantizar el bienestar y el equilibrio de nuestros empleados. Los espacios de trabajo y la gestión se complementan para formar una base sólida, esencial para retener el talento y garantizar el desarrollo constante de la empresa.
Gracias a nuestro socio Lucca por escribir este artículo.